COSECHA: 2022
VARIEDADES: 100% garnacha tinta
TIPO DE VID: Viñas plantadas en vaso, de 20 a 50 años.
VINIFICACIÓN: Maceración de 12 horas a la prensa, fermentación en depósito de inoxidable a temperatura controlada, levaduras seleccionadas neutras para mantener al máximo las propiedades de la uva.
CRIANZA: No
TEMPERATURA DE SERVICIO: 8-10ºC
NOTA DE CATA
NARIZ: Fruta roja ácida, fresca, cítricos y fresas de bosque.
BOCA: Ligera dulzura, glicérico y acidez equilibrada.
VISTA: Brillante y limpio, rosado de capa media
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Hablan de Les Troies rosat
AGROACTIVITAT. Nova etiqueta “Les Troies”
Maridaje
Podemos disfrutar de este vino acompañando arroces de pescado, platos de pasta, cocas, pizzas…
INGREDIENTES
250 g de harina de espelta
175 g de agua mineral
25 g de aceite de oliva virgen extra
5 g de levadura
4 tomates
2 cebollas de Figueres
2 cucharadas de pasta de tomate concentrado
1 cucharada de comino
1 diente de ajo
laurel
orégano
albahaca
sal
pimienta negra
PREPARACIÓ
Ponemos en un bol, los 250 g de harina de espelta y desmenuzamos los 5 g de levadura fresca. Lo mezclamos para que quede bien integrado.
Añadimos 175 g de agua mineral tibia, 25 g de aceite OVE y volvemos a mezclar. Lo amasamos bien durante unos minutos hasta que la pasta resultante no se nos quede pegada a los dedos. El envolvemos con papel film y dejamos reposar 1 h.
Cortamos dos cebollas de Figueres a la microbrunesa, es decir a medida muy pequeña y la ponemos a dorar en una sartén con un buen chorro de aceite.
Ponemos agua a hervir en una olla. Con la punta de un cuchillo, marcamos una cruz en la piel de los tomates. Cuando hierva el agua, escaldamos los tomates durante unos segundos, haciendo que les toque el agua por todas las caras. Los sacamos y los ponemos en un bol con hielo y agua para cortar la cocción. Los pelamos, hacemos pétalos y los cortamos en macedonia. Las semillas no las utilizaremos pero se pueden guardar por algún otro plato que desee hacer.
Ponemos los tomates en un recipiente, los cubrimos con aceite, añadimos unas hojas de orégano, de albahaca, una diente de ajo aplastado y una hoja de laurel, y los dejamos que confiten con el fuego muy bajo durante 15 minutos.
Cuando haya pasado la hora de reposo de la masa, la desenvolvemos, la aplanamos y la salamos a ambos lados. La volvemos a reunir para que se integre bien la sal, la volvemos a allanar y ponemos una cucharadita de comino a ambos lados. La volvemos a reunir para que se integre bien, la volvemos a filmar y dejamos reposar 30 minutos.
Cuando la cebolla esté bien dorada, la sacamos de la sartén, colándose el aceite para evitar el exceso de grasa, y la ponemos en un bol para hacer una mezcla.
Una vez tengamos el tomate confitado, en colamos el aceite y sacamos tanto las hojas como el ajo. Este aceite, como no ha hervido, sí lo podemos guardar para otras elaboraciones. Añadimos el tomate en el cuenco de la cebolla, junto con dos cucharadas de pasta de tomate concentrado, lo salpimentamos y lo mezclamos bien.
Cuando la masa ya haya repuesto la media hora, la desenvolvemos, la estiramos sobre un papel sulfurizado. Una vez tenga forma de torta, hacemos unos agujeritos pinchando con un tenedor.
El horneamos 10 minutos a 220º. Pasado este tiempo, ponemos la mezcla de tomate y cebolla encima y la horneamos 15 minutos más a 220º.
Lo servimos con hojas de albahaca, un chorro de aceite y pimienta negra por encima.